¿Cómo podemos trabajar con colores que no son CMYK en fotografías para los procesos de impresión?
Al trabajar con colores que no sean CMYK en las fotografías durante la producción de impresos, se abre la posibilidad de optimizar la cantidad de unidades de impresión disponibles, evitando imprimir en múltiples pasadas y permitiendo priorizar los colores de la marca o producto. Además, al minimizar el uso de unidades de impresión, se logra una mayor eficiencia en el proceso.
Anteriormente, este proceso se realizaba manualmente, con el operador dependiendo de su experiencia para prever el resultado final en la prensa. Sin embargo, en la actualidad, existen aplicaciones especializadas que agilizan este procedimiento, ofreciendo resultados similares de manera más rápida y eficaz, lo que facilita el trabajo en la impresión.
Estas herramientas de gestión de color convierten los colores del archivo a perfiles con colores especiales en lugar de realizar una conversión a CMYK. Asimismo, permiten llevar a cabo pruebas de color y utilizar aplicaciones de visualización para observar con precisión el color del archivo, simulando el proceso de impresión de manera fidedigna.
Es crucial resaltar la importancia de simular la trama y la ganancia de punto en una prueba digital, ahora posible también en pantalla. Esto posibilita visualizar con detalle los colores, la ganancia de punto, el color del sustrato y el efecto de la trama en las imágenes, textos y vectores.
En conclusión, la automatización del proceso de conversión de fotos a colores no CMYK no solo ahorra tiempo, sino que también garantiza la certeza de cómo se verá el resultado final en la impresión. Esto agiliza el trabajo con colores especiales en las imágenes, mejorando la eficiencia y calidad del proceso de producción de impresos.
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